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La Pachamama: Nuestro primer ancestro

La Pachamama es LA MADRE de todos.

Los antiguos sabios andinos crearon una religión natural por analogía: «como es abajo es arriba».

Al ver que en la naturaleza casi todo tiene padre y madre, entendieron que el universo no podía escapar a este principio.

Al gran padre lo llamaron Pachakamaq, el hacedor del Tiempo, y a la gran madre, Pachamama, la madre del Espacio.

Con estos dos conceptos nos dan un alcance de la profundidad de sus meditaciones y de su entendimiento, remitiéndonos no a personajes de fábula, sino a las realidades últimas que conforman la existencia: Espacio y Tiempo.

El vocablo “pacha” en runasimi —la lengua de los quechuas— podía significar ambas cosas; a veces era ‘espacio’, a veces ‘tiempo’, a veces ‘espacio-tiempo’.

A partir de esto, entiendo a Pachamama como «la madre de todo el universo»; en realidad, como el universo entero y no solo como la madre tierra, versión disminuida de la actualidad.

Claro que es la madre tierra también. Incluso la tradición, aún en estos días, enseña a reconocer y a honrar a la «pachamamita» del lugar donde uno vive, aquel pedacito de tierra que nos sostiene y nos provee el alimento.

Pero es eso y mucho más: no solo todo lo femenino en el planeta es Pachamama, todas las mujeres y madres, sino todo individuo como creación es también parte de Pachamama.

La Pachamama

Encargada de propiciar la fertilidad en los campos. La Pacha Mama, es un dios femenino, que produce, que engendra.

Para los quechuas, Madre tierra, deidad máxima de los cerros peruanos, bolivianos, y del noroeste Argentino. Pacha es universo, mundo, tiempo, lugar, mientras que Mama es madre.

La palabra “pacha” designó en un principio sólo un tiempo o edad del mundo, un cosmos o universo, para pasar luego a referirse a un lugar o espacio, y a la misma tierra generadora de la vida, ya como un símbolo de fecundidad.

La Pachamama es la madre de los cerros y los hombres; la que madura los frutos y multiplica el ganado, pudiendo conjurar heladas y plagas y dar suerte en la caza.

Se la invoca también cuando sobrevienen ciertas enfermedades o se está de viaje, para no apunarse ni rezagarse en el camino. Ayuda incluso a las tejedoras y alfareros a concluir bien sus obras artesanales.

Se la describe como una india de muy baja estatura, cabezona y de grandes pies, que lleva sombrero alón y calza enormes ojotas.

Vive en los cerros y a menudo la acompaña un perro negro muy bravo. La víbora es su lazo, y el quirquincho su cerdo. Carga a veces petacas de cuero llenas de oro y plata.

Es celosa, rencorosa y vengativa, pero si alguien le cae en gracia lo favorece. Cuando se enoja, manda el trueno y la tormenta.

Interviene en todos los actos de la cría.

Se aparece con frecuencia a los paisanos para preguntarles qué andan haciendo por los cerros.

A otros los visita en sus chozas para agradecerles lo bien que han cuidado de su hacienda o el no haber matado a las crías de las vicuñas, animales que protege de un modo especial.

Toda la naturaleza es el templo de la Pachamama, pero las apachetas (montículos artificiales de piedras) conforman los centros principales de su culto.

La Pachamama 2

CULTO A LA PACHAMAMA

El 1º de agosto se celebra el día de la Pachamama.

El día previo es el de “la llamada”, cuando se sahúman casas, corrales y huertos para alejar a los malos espíritus.

El día de la Pachamama es una celebración en el cual se le rinde un tributo a la Madre tierra en señal de agradecimiento por los alimentos y protección brindada al ser humano durante el año anterior a su homenaje.

En este día el hombre es quien deja descansar a la tierra de su increíble trabajo y la agasaja alimentándola, es por ello que para esta fecha es tradición enterrar en la tierra diferentes ollas que se encuentra llenas de alimentos destinados a la divinidad.

Lo que se ofrece a la Tierra no son cosas arbitrarias, a mayores y más variadas ofrendas es mejor ya que las ollas y demás productos enterrados simbolizan aquellas cosas que los hombres no quieren que falte durante el año venidero para sus familias.

Al finalizar el entierro de las ofrendas estas son tapadas con tierra y posteriormente se le hace fumar.

En el Día de la Pachamama hay mucho por hacer: herrar a los caballos, marcar el ganado y señalar a las ovejas con lanas de colores.

Por la tarde en un pozo se ofrenda a la Pachamama lo que ésta ha producido: maíz, hojas de coca, frutas, y parte de la comida preparada para la ocasión.

La fiesta, con canto y baile, dura hasta el amanecer.

La Pachamama 3

La Pachamama es LA Madre, en mayúsculas.

Como todas, tienen la capacidad de convertir su cuerpo en alimento para sus hijos. Sostiene las semillas y los embriones de los hombres.

Ella siempre nos sostiene, y ama incondicional y absolutamente a todos los seres que la habitamos.

Sí, a nosotros también.

Ella confía, sabe que encontraremos la manera de respetar el lugar donde vivimos.

Las culturas ancestrales son conscientes que somos TODOS hijos de la tierra, solo una hebra de la creación, y que lo que se le  hace a la tierra, nos lo hacemos a nosotros mismos.

Ella sabe que sabremos hacerlo, que sabremos cuidarnos y cuidarla.

Su amor va mucho más allá de lo que nunca hayas sentido.

Ella existe mucho antes que la humanidad y, como es más antigua, tiene más sabiduría que el hombre.

Es lo bastante sólida y potente, pero firme para acompañarnos en nuestra oscuridad.

Nunca nos dejará caer.

Pero no creas que no es implacable en sus enseñanzas: es clara y rotunda, amorosa y flexible.

La Tierra siempre ha estado, siempre está, y siempre estará.

Si querés que te de una mano en algo, lo que sea, solo tenés que conectar con ella para que te transmita su conocimiento ancestral.

Hacelo y verás.

Silenciá tu mente y escuchala.

Siempre responde a quién escucha.

Aprendé a conectar con ella y recibí sus enseñanzas.